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COLECCIÓN HISTÓRICA

HEUER JARAMA

La "tercera generación" de cronógrafos impulsados por el Calibre 12 ofrece a los coleccionistas opciones interesantes, ya que Heuer deja atrás progresivamente los estilos extravagantes de los modelos de principios de los 70 y expande su catálogo para incluir cajas y brazaletes bimetálicos, cajas con revestimiento negro (con el Monza) y cajas y brazaletes integrados (con el Cortina y Daytona). El Jarama ocupa su lugar en esta gama como un reloj que combina la energía deportiva del legendario circuito de F1 español con la elegancia de un cronógrafo ideal para lucir en el club de campo o en un lujoso destino vacacional.

Los cronógrafos Heuer impulsados por el movimiento Calibre 12 de los años 1970 evolucionaron a través de tres generaciones distintas. Primero nos encontramos con los "modelos de lanzamiento", el Autavia, el Carrera y el Monaco, presentados al mundo como los primeros cronógrafos automáticos en marzo de 1969. La segunda generación de los cronógrafos Calibre 12, que dio comienzo en 1971, capturaba el extravagante estilo de la década de 1970: un Calculator extragrande y muy útil, un Montreal de intensos colores, y un Silverstone con una distintiva esfera color azul, roja o humo. Para su tercera generación, presentada en 1977, Heuer vuelve a poner de relieve la exuberancia y exageración de sus predecesores, con una gama de cronógrafos que capturan la energía de las carreras y presentan a su vez un estilo elegante perfecto para aquellos clientes de alta gama con un estilo de vida trotamundos.  


Para esta tercera serie de cronógrafos con Calibre 12, Heuer utilizó nombres de lugares legendarios. Los Daytona, Jarama y Monza se asocian al mundo del automovilismo; Kentucky es una de las ubicaciones más famosas para las carreras de caballos; y los nombres de Cortina y Verona representan la relación de Heuer con el estilo de vida de la jet set italiana.


El cronógrafo Jarama muestra la esencia de la tercera generación de los cronógrafos con Calibre 12, capturando la energía y la emoción del legendario circuito de carreras español, junto con el glamour de la Fórmula 1. El circuito de Jarama se asocia en innumerables ocasiones con Gilles Villeneuve, quien triunfó en el Jarama tras la que es considerada una de las mayores batallas en la historia de la Fórmula 1. Por supuesto, Villeneuve era un entusiasta de los cronógrafos Heuer, y lucía a menudo los modelos Autavia y Chronosplit.

CIRCUITO DEL JARAMA

El circuito del Jarama es una pista de carreras construida en 1967 a las afueras de Madrid. Hogar del Gran Premio de España de Fórmula 1 en un total de 9 ocasiones, la última vez que se celebró un Gran Premio de España en este circuito fue en 1981, carrera que ganó Gilles Villeneuve con su Ferrari. Se convertiría en la última victoria de Villeneuve y en el final más reñido de la historia de los Grandes Premios, con los primeros cinco coches pasando por línea de meta en 1,2 segundos.

Los amantes de los coches vintage recordarán el Lamborghini Jarama de principios de los 70. Aunque comparten nombre, el Lamborghini no recibe dicho nombre por el circuito de F1, sino por la zona que rodea el río Jarama, una región donde se crían muchos de los toros de lidia.

HEUER JARAMA

El Heuer Jarama se presentó por primera vez en el catálogo de 1977, en forma de tres modelos, todos impulsados por el movimiento Chronomatic Calibre 12 de Heuer. Los tres modelos mostrados en el catálogo de 1977 eran la referencia 110.245, con esfera negra y bisel estriado de oro, la referencia 110.225, con esfera champagne y bisel estriado de oro, y la referencia 110.223, con esfera negra y distintivo bisel con revestimiento negro.  


El cronógrafo Jarama presenta una caja de 39 mm con forma de cojín, con una combinación de una parte inferior pulida y una sección superior satinada con efecto "rayos de sol". Los pulsadores del cronógrafo se integran a la perfección en la caja, otorgando al reloj un suave estilo.  

Los registros del cronógrafo del Jarama combinan con las esferas, lo que contribuye al estilo elegante de los relojes. Cada modelo presenta un bisel interno que también combina con el color de la esfera, con escalas marcadas por el taquímetro (de 60 a 220 unidades por hora y las pulsaciones (con una escala que lee de 200 a 60, con base en un recuento de 15 pulsaciones).

El Jarama fue uno de los relojes Heuer o TAG Heuer que se ofrecían en una gran variedad de acabados "bimetales", una combinación de chapado en oro y acero inoxidable. La referencia 110.245 presenta una caja de acero inoxidable con bisel estriado de oro y una esfera negra. Unas agujas blancas para la hora del día y el cronógrafo garantizan una legibilidad óptima.

El segundo Jarama lleva el concepto bimetal aún más allá, con una esfera Champagne colorida y un bisel interno, junto con un brazalete bimetálico de oro y acero. Las agujas para la hora del día y los contadores del cronógrafo son negros, acorde con la búsqueda de legibilidad en toda la línea Jarama.

JARAMA 110.223

La versión de la referencia 110.223 del Jarama puede que sea la más deportiva de los tres modelos, con un estilo de bisel utilizado solo para este modelo. El bisel es liso, en vez de estriado, con un revestimiento negro que combina a la perfección con la pintura mate de la esfera. El brazalete NSA usado para este Jarama continúa la temática, con una combinación de eslabones de acero inoxidable y negros.

EL MISTERIOSO BISEL DE ORO BLANCO

Pese a que no se muestra en ningún catálogo o documentación oficial, existe una cuarta versión del Jarama. La caja está marcada como 110.245,, pero en vez de presentar un bisel estriado de oro como el modelo estándar (creado a partir de un proceso de chapado), el bisel es de oro blanco. Este modelo es excepcionalmente inusual, con solo unos cuantos ejemplares conocidos por la comunidad de coleccionistas.